CARTA ABIERTA DEL EQUIPO PEDAGÓGICO
DEL CENTRO DE PROFESORES DE CIUDAD REAL “JOSE CASTILLEJO”
A TODOS LOS DOCENTES DE NUESTRA ZONA
Resulta innecesario justificar la importancia de la formación del profesorado para que la educación sea de calidad. El alumnado estará preparado en la misma medida que su profesorado lo esté. La elevada tasa de abandono y fracaso escolar refleja que el sistema educativo, incluida la formación, no ha funcionado lo bien que debiera. No es en la clase de alumnos donde está el principal origen del fracaso sino en la clase política que mira más su ideología y su cuota de poder que las necesidades reales del alumnado, del profesorado y de la sociedad. El estado actual de la formación del profesorado es un reflejo más del estado del sistema educativo. Se dirige la educación, y por tanto la formación, a “salto de mata” sin continuidad ni coherencia. Estos saltos son mas visibles cuando cambia el partido que gobierna.
Los Centros de Profesores se crearon hace veintiocho años para facilitar la formación del profesorado, y para dar una salida institucional a los movimientos de renovación pedagógica. Aunque hace ya unos años los Centros de Profesores se suprimieron en la Comunidad de Madrid, ahora en pleno arranque del Partido Popular en nuestra comunidad se eliminan. Invitamos al profesorado de esta zona a que hable con otros compañeros de Madrid sobre como recibe formación en aquella comunidad, si responde a sus intereses y necesidades reales y a que averigüe cuanto dinero le cuesta. La formación del profesorado siempre, independientemente del partido político que gobierne, ha sido voluntaria lo que dice mucho de la escasa importancia que le han otorgado nuestros gobernantes.
Ante la desaparición de este Centro de Profesores queremos expresar, a todo el profesorado de la zona, gratitud por vuestra colaboración y participación en las actividades formativas que durante años han mantenido llenas y vivas las aulas del Centro de Profesores. Más allá de las evaluaciones de cada actividad están vuestras palabras de apoyo, gratitud y satisfacción por las actividades formativas que hemos compartido. Somos conscientes de las limitaciones personales, profesionales e institucionales del CEP, también de lo que nos hubiese gustado hacer pero no hemos sido capaces. Lo realmente importante queda en el “encuentro humano” que hemos mantenido y su incidencia en los centros escolares.
En estos años hemos intentado traer las mejores ponencias, hemos trabajado “codo a codo” en los centros para responder a necesidades reales y hemos dado respuestas interdisciplinares, colegiadas y también diferenciadas por perfiles profesionales. Ciertamente, como órgano público, nuestras prioridades han sido determinadas por la administración educativa: actualización didáctica, convivencia, necesidades educativas, escuela 2.0, lectura, etc. Sois vosotros quienes tenéis que determinar si estos temas son o no doctrinales para beneficio del alumnado al cual nos debemos y si hay que continuar o no con ellos.
El aprendizaje sólo es posible en un adecuado clima de comunicación. Hemos realizado cursos on-line, creado blogs y plataformas virtuales para el desarrollo de cursos y para la coordinación entre diferentes centros educativos pero siempre hemos tenido muy claro que las actividades “presenciales” son “el alma” de una formación de calidad, pues solo presencialmente es posible trabajar las actitudes y dimensiones como la comunicación, la igualdad, la motivación, el trabajo cooperativo, la creatividad o la gestión de las emociones. Todos ellos aspectos imprescindibles para una educación de calidad y para el éxito educativo. Hemos abierto la formación del profesorado de la zona a actividades de ámbito regional, nacional e internacional. En este último ámbito hemos potenciado la formación en Europa de muchos profesores de nuestra zona mediante programas de formación individual o de centros. Los buenos recuerdos y la satisfacción del trabajo bien hecho siempre prevalecerán.
Nos llena de orgullo sano haber trabajado en un centro público para la formación de todo el profesorado. Consideramos que la formación debe realizarse principalmente desde una entidad pública en su presupuesto, en sus empleados y en sus principios de trabajo. Esto ha sido el CEP. En este momento donde todo lo público se quiere presentar como despilfarro queremos decir, aunque quizás sea tarde, que hay alternativas para mejorar la formación desde el mantenimiento de los actuales Centros de Profesores.
Finalmente destacar que también estamos muy satisfechos por algo que habéis constatado: el estupendo equipo y ambiente de trabajo que hemos tenido entre las trabajadoras y los trabajadores del CEP “José Castillejo” y que, sin lugar a dudas, también ha incidido en vosotras y vosotros. El promedio de doscientas actividades formativas que cada curso escolar hemos efectuado ha sido posible gracias a vuestra inquietud profesional, a este trabajo en equipo y a la labor efectuada por los asesores y asesoras que nos antecedieron en el CEP. Sabemos que la autoridad, como docentes, nos la seguirá otorgando la vocación, la formación y este buen hacer colaborativo.
Gracias por todo lo que nos habéis enseñado, también por vuestras críticas constructivas, que han contribuido a mejorar nuestro y vuestro trabajo. Gracias por vuestras palabras, gestos y correos de apoyo en estos momentos. Gracias por haber mantenido viva la llama de la siempre necesaria actualización pedagógica. Desde estas líneas quedamos a vuestra disposición ahora en nuestros respectivos centros educativos.
